Estar en estado el día de Nochevieja y haber salido de cuentas con diez de antelación hacían presagiar lo que le ocurrió a Fina Tur Roig. Esta mujer tuvo el privilegio de ser la primera madre ibicenca de 2001. Su retoño nació a las dos y cuarto de la mañana en el hospital de Can Misses y pesó 3 kilos y 275 gramos. Ella vive con su marido, Mariano Roig Tur, en Sant Miquel y a las once de la noche del día 31 tuvieron que dejar precipitadamente la cena que disfrutaban en compañía de la familia.
Carlos Roig, como han decidido llamarle sus padres, es el nuevo ibicenco que tendrá el privilegio de poder decir que es el primer bebé en llegar al mundo en el nuevo milenio. La habitación del centro hospitalario en la que reposaba ayer Fina Tur acogió la presencia de numerosos familiares que se acercaron a visitar a Carlos. Es el primer hijo que tiene este matrimonio y por el momento se conforman, aunque no descartan que pueda llegar otro.
Todavía no han pensado qué les gustaría que hiciera Carlos en un futuro, no obstante tienen muy claro que no van a coaccionar su preferencias. «El tiempo decidirá qué es a lo que se va a dedicar nuestro hijo», señalaba su padre con el rostro lleno de felicidad.
Ni a Fina ni a Mariano les importó perderse las uvas, ya que sabían que iban a traer al mundo a una nueva vida. «Dejamos a la familia con la cena a medias y vinimos corriendo para el hospital, luego sólo había que esperar. Fue más rápido de lo que en un principio queríamos y no teníamos ni idea de que Carlos era el primer bebé ibicenco nacido en 2001», apuntaba Fina Tur.
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