Consell Insular y Ayuntamiento de Eivissa firmaron ayer un convenio por el que la institución insular se compromete a invertir 42 millones de pesetas en la conversión de la perrera municipal en un centro insular de protección y rehabilitación de animales, tanto domésticos como exóticos o silvestres. Según la previsión que se ha hecho para redactar el proyecto, el centro albergará anualmente a unos 1.100 perros y 250 gatos, por lo que las actuales instalaciones serán totalmente ampliadas y los servicios que se prestan mejorarán considerablemente.

Tanto el vicepresidente segundo del Consell, Santiago Ferrer, como el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, convinieron en que este centro es una «necesidad» que tienen las Pitiüses y que permitirá que la acogida «se preste en las condiciones que los animales se merecen».

El nuevo centro, ubicado en la zona de sa Coma, contará más de 308 metros cuadrados dedicados a boxes en los que acoger a perros y gatos, un terrario para tortugas de tierra u otras especies, un volador para aves rapaces y oficinas para el personal, la atención al público o para usos docentes. Además, se prevé la existencia de zonas de aislamiento en las que confinar a animales agresivos o donde atender a aquellos que estén gravemente enfermos. El nuevo centro, además de contar con un lacero y dos peones fijos, tendrá un veterinario que se responsabilizará de la salud de todos los animales recogidos.

Santiago Ferrer explicó que todos los ayuntamientos podrán hacer uso de este servicio y que, en un futuro, quedará integrado en el consorcio que el Consell pretende crear para ayudar a los municipios. Por su parte, la concejala de Eivissa Cristina Ferrer consideró que este centro supone un «cambio total de filosofía» que implica prestar «un servicio integral» a los animales que se acojan.