E n una época en la que los niños disfrutan de sus vacaciones navideñas, los actos dedicados a ellos se suceden. Los cuentos ocuparon ayer el primer plano en Santa Eulària, donde «Cantacontina» reunió a los escolares en la carpa municipal para entretenerlos con historias divertidas. La artista iba ataviada con un gorro de arlequín verdinegro y llevaba la cara pintada como un clown.

A la hora prevista en el programa como la de inicio, «Cantacontina» invitó a todos los niños allí presentes a que subieran al escenario. Quería tenerles cerca para que éstos intervinieran directamente en el desarrollo de la historia que narraba. Enseguida los gestos de los pequeños cambiaron, cuando la tensión dramática aumentó no evitaron completar la versión de la artista aprovechando los silencios que hacía ésta en la presentación de los hechos.

Cuando no fue así, «Cantacontina» formuló preguntas a los niños para despertar su interés e incentivar la participación de los mismos. Mientras, los padres grabaron el desarrollo de la actuación desde abajo del escenario y miraron a sus hijos con caras de emoción.

Al terminar la narración, la cuentacuentos atendió a las peticiones de los niños que quedaron insatisfechos o que no comprendieron correctamente el desenlace de la historia que habían escuchado. La Navidad continúa en Santa Eulària des Riu atendiendo las necesidades de los más pequeños con cuentos formativos.