El vicepresidente del Govern, Pere Sampol, anunció ayer la
posibilidad de retirar el anteproyecto de Llei del Comerç si Unió
Mallorquina mantiene su oposición al texto realizado por la
Conselleria de Comerç. «Si la ley queda desvirtuada no la
presentaré al Consell de Govern», advirtió Sampol, quien contó ayer
con el apoyo público del president, Francesc Antich, quien reiteró
que el actual texto tiene el respaldo de todos los partidos del
gobierno. Sampol calificó de «táctica habitual» de Unió Mallorquina
su oposición frontal a la Llei de Comerç. «Hay dos maneras de hacer
política: los que trabajan en los despachos, como nosotros, o los
que negocian a través de los medios de comunicación, como hace UM»,
criticó el vicepresident del Govern.
Sampol destacó que el anteproyecto de ley cuenta con el apoyo de
todos los integrantes del Govern, de las organizaciones sindicales
y del sector del comercio. En caso de que finalmente el Govern
decida no aprobar la Llei del Comerç se mantendría de manera
indefinida la moratoria para construir grandes superficies en
Balears.
El vicepresident del Govern defendió la capacidad de su
departamento de regular las superficies máximas para instalar
nuevos comercios, una competencia que UM quiere que pase a los
consells insulars. «Una cosa son los planes territoriales, que
deben hacerlos los consells, y otra cosa muy diferente es decidir
cómo deben ser los comercios. Si el Govern no decide el futuro del
sector no habría ninguna justificación para que la Conselleria de
Comerç siguiese funcionando», justificó Sampol.
El vicepresidente del Govern no descarta «llegar a un acuerdo
con Unió Mallorquina» para poder sacar adelante en el Parlament la
Llei del Comerç, pero advirtió a la formación nacionalista de que
«todos deben hacer concesiones en una negociación». «UM no busca el
consenso sino una imposición», agregó Sampol.
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