Seguramente que antes de acudir a los talleres semanales del C.P. Torres de Balàfia la mayoría de sus alumnos no sabían lo sencillo, divertido y útil que puede resultar fabricar papel reciclado, construir y diseñar juguetees a partir de desperdicios que solemos tirar cada día a la basura, o crear unas llamativas 'vidrieras' hechas con transparencias y plastelina.

La plantilla de docentes de este pequeño centro escolar de Sant Llorenç se propuso a principio de curso enriquecer y potenciar las inquietudes creativas de cada alumno de una forma singular, formando grupos con escolares de diferentes ciclos y haciendo que todos ellos vayan rotando por los distintos talleres, y cambiando de profesor en cada una de las actividades. «De este modo los mayores estimulan a los más pequeños, intercambian ideas y aprenden a adaptarse a las necesidades de los demás», comenta Rosa, una de las profesoras del centro.

En las últimas semanas los niños han aprendido a hacer papel reciclado, haciendo todo el proceso: desde el troceado hasta el tamizado de la pasta de papel. Otra de las novedades que más han gustado ha sido el taller de vidrieras hechas con transparencias en las que el colorido y el estilo de cada pequeño se trasmite a partir de figuras y relieves de plastelina.

Submarinos, robots y marionetas son algunos de los juguetes confeccionados por los escolares a partir de cartones de zumo y otros deshechos reciclables a los que en lugar de tirar a la basura les buscan una nueva utilidad.