El concejal de Obras del Ayuntamiento de Eivissa, Antoni Roldán,
opinó ayer que la huelga que han convocado los comerciantes del
Mercat Nou no tendrá más resultado que el de causar molestias a los
usuarios y aseguró que el equipo de gobierno no modificará su
postura porque ya se está haciendo cuanto está en su mano para
solucionar todos los problemas de este recinto.
Roldán está de acuerdo con los comerciantes en que las obras que
se iniciaron en 1997, cuando gobernaba el PP, tienen varias
deficiencias, pero puntualizó que hasta que no se haga la
inspección oficial para recepcionar las obras (prevista para los
próximos días) no se puede exigir a la empresa Ferrovial que
arregle todo lo que no cumpla con lo establecido en el contrato. El
problema más grave, el de las filtraciones de agua en el
aparcamiento, requerirá una intervención aparte, comenta el
concejal, puesto que la obra sí está hecha tal y como contemplaba
el proyecto.
Sin embargo, al no haberse previsto la impermeabilización de la
parte de la pescadería aparecen goteras que sólo podrán evitarse
con una nueva intervención que costará entre 12 y 14 millones. Es
para esta obra para la que Roldán se ofrece a consensuar la fecha
con los pescaderos. Si cierran sus puestos estará lista en un mes;
si no, se prolongará dos o tres meses.
Roldán quiso dejar bien claro que cuando el alcalde, Xico
Tarrés, dijo a miembros de la asociación que las obras de reforma
podrían tardar en hacerse dos o tres años y costarían otras varias
decenas de millones de pesetas se refería a otras mejoras que ahora
están pidiendo los comerciantes y que no estaban contempladas en el
proyecto inicial. «Y que quede claro que cuando el alcalde se
compromete a algo, lo cumple y va a misa», sentenció Roldán.
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