Santa Gertrudis acogió ayer por la noche la IV Mostra Folkòrica, de la que participaron balladors y sonadors de las Pitiüses. El inicio de las actuaciones, previsto en el programa a las siete de la tarde, se retrasó hasta las ocho y media, debido a que se celebró una misa solemne.

Esta edición tuvo como novedad una carpa que se instaló junto a la iglesia para soportar mejor el ambiente fresco de la noche. En su interior se improvisó una barra, donde se sirvieron bebidas y tapas. Margarita Roig fue la encargada de abrir la muestra con la interpretación de dos canciones glosadas a capela. A continuación se sucedieron los bailes de los grupos folklóricos payeses de Sant Mateu, Jesús y Sant Carles, que se fueron alternando con las interpretaciones de sonadors y cantadors de Formentera.

El humor también tuvo lugar en la noche de ayer. Se contaron chistes antiguos y anécdotas recogidas por la tradición folclórica. Además, junto con las canciones dobladas, se cantaron varias redobladas, como las que interpretó el formenterense Vicent Campanitx.

El espectáculo se prolongó por espacio de algo más de dos horas, en las cuales se recuperó el sabor de la costumbre y la tradición folklórica. Como aseguró el concejal de Santa Gertrudis, Vicente Torres, «cada año acude más gente a la muestra folklórica, por eso hemos decidido colocar la carpa. En una noche fresca la gente se queda en los bares pero si encuentra esto así, les invita a venir».