La contaminación ambiental, el efecto invernadero y los precios que van adquiriendo los combustibles en los últimos meses motivan la llegada de usos de energía alternativos que permiten acceder a las mismas comodidades de siempre. Las tendencias más populares en este sentido residen en la energía eólica y en la energía solar. Sobre esta última el Govern Balear publicó en su Boletín Oficial hace seis meses el programa de ayudas dirigido a las personas que decidan instalar energía solar en sus hogares y empresas. Desde entonces, en las Pitiüses la demanda de este tipo de energía se ha visto incrementada sensiblemente. De 412 solicitudes en Balears en ese intervalo de tiempo, el 10 por ciento se encontraron en Eivissa y Formentera.

Aunque, como asegura Juan José Ferrer, portavoz de la recién implantada delegación de SEBA (Servicios Energéticos Básicos Autónomos) en Eivissa, «en el ámbito de las energías renovables las Pitiüses sólo ofrecen la posibilidad de recurrir a la solar, debido a que la eólica en las islas no tiene futuro, no se dan las corrientes de aire necesarias como para producir energía rentable, aquí no hay la tramontana que existe en Mallorca, por ejemplo».

Desde esta organización se defiende además del uso de la energía solar en las Pitiüses, un uso racional de la misma. «La energía solar hace ser a uno más responsable con el consumo, no es lo mismo que si dispones de una fuente eléctrica ilimitada. Ahí es cuando se dan los abusos. Esto se tiene que eliminar. En verano el consumo es desorbitado y hay que aspirar a conseguir lo que ya ocurre en Alemania, donde el 10 por ciento de la energía es fotovoltaica. Aquí no llegamos al 0'5 por ciento».

Las ventajas de las energías renovables es que no se agotan y no contaminan. La producida por las centrales eléctricas se genera a través de motores de gasóleo. Sin embargo el sol no necesita combustible. Esto lo sabe Peter Brantchen, que regenta un negocio de agroturismo cerca de Sant Joan. Allí todo funciona con energía solar. Peter cuenta con unas baterías especiales que sirven para acumular la energía. A éstas se le añade un convertidor, que transforma la energía solar en eléctrica. Las aplicaciones abarcan un amplio espectro, desde el agua caliente hasta su uso en la agricultura.