El secretario general del sindicato UGT en las Pitiüses, Diego Ruiz, que acudió en calidad de invitado al Congreso socialista, fue el más crítico con la ponencia marco que se presentaba a los delegados, y denunció abiertamente que el texto olvidara por completo la política laboral y los problemas de los trabajadores de las Pitiüses. «El resto de temas que tratáis son suficientemente importantes, pero no podéis olvidaros del mundo laboral», dijo Ruiz, que advirtió al PSOE de que puede correr el riesgo de situarse «cada vez más lejos de la realidad social».

A pesar de que Ruiz calificó de «olvido imperdonable» el cometido por los redactores de la ponencia, se ofreció para trabajar codo a codo con el partido porque, tal y como él mismo apuntó, PSOE y UGT coinciden en más cosas de las que los separan. Para enmendar este error, una de las dos comisiones que estudió a fondo la ponencia y trabajó con las enmiendas presentadas decidió incluir algunos puntos nuevos para dejar reflejado que la bonanza económica tiene que servir para lograr puestos de trabajo estables. Además, según señaló Antoni Costa, portavoz de esta comisión, se exige una inspección de trabajo para las Pitiüses y la participación de los trabajadores en la toma de decisiones.

Esta misma comisión también dictaminó que el PSOE tiene que mantener su autonomía de partido así como el diálogo con el resto de las fuerzas progresistas o, por ejemplo, que hay que apostar por la interconexión de las infraestructuras hidráulicas actualmente existentes antes de construir nuevas plantas desaladoras.

También se aprobaron, por distintas vías, dos cuestiones relacionadas con las agrupaciones de Formentera y Sant Joan. La primera propuso realizar en un plazo máximo de seis meses una conferencia política para abordar los problemas específicos de la isla de Formentera. La segunda recibirá el apoyo del aparato del partido para poder explicar en su municipio las políticas urbanísticas que están llevando a cabo las instituciones.