El Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN) anunció ayer que en los próximos días pondrá en marcha una serie de acciones específicas destinadas a lograr la protección de la zona conocida como ses Feixes d'es Pratet o Feixes de Vila y que comprende los terrenos situados entre el primer cinturón de ronda y la antigua plaza de toros.

Los ecologistas, en el estudio que les fue encargado por el Ayuntamiento de Eivissa sobre las medidas de protección que precisan ses Feixes de Talamanca, ya incluyeron una serie de sugerencias sobre ésta zona, ya que afirman «representa el último vestigio de una extensa área húmeda que antiguamente llegaba hasta Talamanca». En concreto, el GEN había propuesto que fuera convertido en parque urbano y se permitiera disfrutar de él a todos los ciudadanos del municipio y, en general, de la isla.

Según las comprobaciones que ha realizado el GEN recientemente, existen cuatro urbanizaciones previstas en la zona que amenazan a lo que queda del humedal. Una de ellas, junto a la ronda de Pachá podría alcanzar los 25.500 metros cuadrados; otra, delante del Club Náutico, los 36.000 metros; la tercera, donde la antigua plaza de toros y el parque contiguo, los 47.700 y, finalmente, la parte central de ses Feixes, que podría albergar una gran construcción en sus 100.700 metros cuadrados de superficie.

El GEN califica de «intolerable» que toda esta zona pueda acabar llena de hormigón «como si se tratase de un barrio más del Eixample». No sólo eso, esta organización alerta de que, en caso de construirse todo lo que está previsto, se dejará de ver la catedral de Eivissa desde el primer cinturón de ronda y, lo que puede ser más peligroso, se acrecentarán los riesgos de inundación. «Ses Feixes actuales actúan como área absorbente de agua y evitan males más grandes. Pero si se elimina, las inundaciones serán todavía más grandes», señala el grupo ecologista.