El proceso de renovación de los consells escolares es el último ejemplo de la escasa participación de los padres en la educación de los hijos. La situación es de tal dimensión que se ha dado el caso que en un colegio de Eivissa ningún padre ha presentado una candidatura para la renovación del consell escolar, con lo que hay menos representantes en este órgano de gobierno de los colegios y que supone el principal instrumento de participación de los diferentes grupos que integran la comunidad educativa en los colegios.

El presidente de la FAPA de Eivissa, Antoni Pomar, lamentó ayer este desinterés de los padres que, a su juicio, es «un reflejo de la sociedad en la que cada uno va a lo suyo pero en un tema como este, la educación de los hijos, los padres deberían de participar más». La poca participación de los padres fue una de las cuestiones que se abordó en la reunión celebrada anteayer con el conseller d'Educació del Govern, Damià Pons, donde también se citaron las futuras infraestructuras.

El conseller se reunió, además, con los sindicatos. Este encuentro fue valorado de manera positiva por UGT, CCOO y STEI, que asistieron a este encuentro. Para CCOO, «hay más interés y atención que con el anterior gobierno, aunque se acoge a la precariedad de recursos y que la recepción de competencias fue bajo mínimos», señaló Cicerol.

Entre las cuestiones planteadas, se incidió en la necesidad de elaborar el mapa escolar en las Pitiüses, que estaría elaborado en 2001. También reclamaron un adelanto de la equiparación retributiva de los funcionarios docentes con los del resto de la comunidad. Por su parte, Miguel Angel Alonso, de UGT, aludió a otra de las peticiones: la distribución de niños con necesidades educativas especiales en todos los colegios y que no se limite sólo a unos cuantos centros, como el caso del colegio Blanca Dona, ya que esto supone «un sobreesfuerzo de los centros».