El grupo segoviano 'La Espadaña' amenizó el día grande de las fiestas de Sant Carles. Foto: V. FENOLLOSA.

El sonido de la dulzaina, el tamboril, el bombo y las castañuelas del grupo folklórico 'La Espadaña' de Gomezserracín, Segovia, inundó ayer el interior de la iglesia de Sant Carles de Peralta y los alrededores de la misma, contribuyendo a crear un ambiente festivo y novedoso en la celebración de la jornada estrella de las fiestas de esta localidad.

Sin duda, la presencia de esta agrupación segoviana fue el toque exótico de la jornada en la que volvió a reinar la tradición. La misa solemne seguida de la procesión, las actuaciones folklóricas y la presencia de cientos de personas, volvieron a ser las notas predominantes de una jornada soleada en la que ya se empezaron a notar las primeras manifestaciones de las temperaturas propias de la estación otoñal.

El Grupo de Majorettes, Tambores y Cornetas de Santa Eulària al completo fue el encargado de realizar el pasacalles y caldear el ambiente antes del inicio de los actos religiosos oficiados por el obispo de Eivissa, Agustín Cortés, en los que estuvieron presentes el alcalde Santa Eulària, Vicent Guasch, así como numerosos miembros de la corporación municipal, y el vicepresidente del Consell Insular, Vicent Tur, entre otros, quienes participaron en la procesión que realizó su habitual recorrido por los alrededores del templo a la que se sumaron decenas de personas.

Una vez recogida la procesión el público asistente presenció la actuación del grupo segoviano 'La Espadaña', y la anfitriona Colla de Sant Carles de Peralta. Tras un intercambio de regalos y presentes entre las dos agrupaciones y las autoridades locales, los castellanos presentaron ante numerosos curiosos un repertorio muy tradicional formado por jotas y bailes regionales propios de la vendimia y matanza, y la llamativa 'Danza del Trenzado', en la que varias bailarinas tejieron y destejieron al ritmo de la música una bonita trenza de colores.