Un grupo de empleados de la compañía se plantó ante la entrada del vertedero de la empresa. Foto: K.T.

Unos sesenta empleados de la compañía Herbusa iniciaron anteanoche una huelga indefinida para reivindicar mejoras laborales que ya ha empezado a registrar sus primeras consecuencias en los municipios e instalaciones cuya limpieza depende de esta compañía: Santa Eulària, Sant Joan y Sant Josep, así como el aeropuerto y el puerto.

En la madrugada del martes, los trabajadores celebraron una asamblea para decidir si el último ofrecimiento de la empresa debía ser considerado, pero la mayoría se decantó por ir a la huelga por considerar insuficiente dicha oferta. A primera hora de la mañana se concentraron ante el vertedero de Cala Llonga para impedir que alguien pueda depositar allí las basuras que los trabajadores no recogen durante el paro. Este será, de ahora en adelante, su punto de encuentro diario mientras dure la protesta.

Diego Ruiz, secretario general del sindicato UGT, convocante del paro, explicó ayer que el seguimiento de la protesta es del cien por cien y que, a pesar de las molestias que esta circunstancia pueda provocar a los ciudadanos, espera que todo el mundo sea «comprensivo» con esta reivindicación laboral.

Según informó Ruiz, el establecimiento de los descansos y la distribución de las jornadas laborales son las cuestiones que mantienen enconadas las negociaciones. «Hay que entender que los descansos son necesarios y que la gente no sólo se dedica a trabajar, también tiene familia», apuntó.