Las Pitiüses necesitan 677 plazas de residencia y 192 de unidad de día, según se desvela en el borrador del plan sociosanitario que presentó ayer la consellera de Benestar Social, Sofía Hernanz, ante las asociaciones que precisan de los recursos sociales y los ayuntamientos. El borrador del plan, elaborado por el Consorci Hospitalari de Catalunya, recoge las principales necesidades detectadas: la deficiente atención a enfermos mentales crónicos, los discapacitados físicos y psíquicos, falta de recursos para mayores y el problema creciente de drogadicción y alcohol entre los jóvenes. Para todas estas necesidades, el plan establece una serie de recursos, como servicios de ayuda domiciliaria, centros de día o pisos tutelados.

Atendiendo a las necesidades por zonas, Eivissa necesita 152 plazas de residencia y 52 de unidad de día; Sant Josep y Sant Antoni precisa 240 plazas de residencias y 65 de unidad de día; Sant Joan y Santa Eulària requieren 225 plazas de residencia y 55 de centros de día; y, finalmente, Formentera que necesitará 70 plazas de residencia de larga estancia y 20 de unidad de día. La consellera destacó que «la falta de estructura para personas mayores se plantea como una cuestión primordial». Como ejemplo, citó a Menorca «que cuenta con cinco residencias y sólo hay una en Eivissa».

En el plan se hace una reflexión de la situación actual de la asistencia social, que recoge un panorama desalentador: la centralización en la isla de Eivissa de todos los servicios frente a Formentera; la falta de coordinación entre instituciones; poca o nula planificación; la escasa participación de los técnicos en las planificaciones de política social; y, por último, un envejecimiento progresivo de la población. En municipios como Sant Josep, el aumento de la población de mayores de 65 años fue de un 15%, y la de mayores de 75 años se elevó al 17%.