Susan Garton, miembro de la junta directiva de Els Verds, explicó
ayer cómo habría transcurrido su experiencia en Praga, integrada en
un grupo de 12.000 manifestantes que protestaban contra las
políticas del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Esta militante ecologista reivindicó una reforma de ambas
instituciones internacionales para conseguir que sean
verdaderamente democráticas o, incluso, su desaparición, para dejar
de producir daños a los países pobres. Garton lamentó que las
acciones que llevan a cabo estos organismos contribuyan a eliminar
la agricultura o la incipiente industria de los países del Tercer
Mundo, que faciliten la implantación de las multinacionales o que
sirvan para incrementar una deuda externa que cada vez hace más
ricos a los ricos y más pobres a los pobres.
Según Garton, Praga inició estos encuentros internacionales con
«miedo». De hecho, según comentó, los niños no iban a la escuela
porque se había acordado darles una semana de vacaciones y una
quinta parte de los habitantes de la ciudad había decidido
abandonarla y viajar a algún otro lugar. Los funcionarios y cargos
que acudían al encuentro rondaron los 18.000 y 15.000 los efectivos
policiales.
La dirigente ecologista quiso en todo momento desmentir que haya
sido un movimiento violento y aclaró que los manifestantes y
seguidores de este movimiento están totalmente en contra de la
violencia. Apuntó, además, que gracias a Internet habían estado muy
bien organizados.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.