Unas fiestas en sesión continua

Santos fue presentado por el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, como «un ibicenco más», puesto que este artista se escapa siempre que puede a las Pitiüses. Tarrés deseó a todos los ibicencos unas buenas fiestas y agradeció especialmente la presencia del alcalde de Maó, Arturo Bagur, la isla «más desconocida para los ibicencos». El primer edil ibicenco expresó su deseo de que estas celebraciones sirvan para «crear sentimiento de país» entre todos los pitiusos y «convertir así en realidad aquello de 'Quatre illes, un país, cap frontera'», refiriéndose a eslogan que emplea el Govern balear en sus campañas de promoción.

Tras la lectura del pregón llegó uno de los actos más esperados de estas fiestas: la representación del musical «Grease». La gente, que desbordaba el aforo de la plaza por los cuatro costados, disfrutó de este revival setentero y canturreó algunos de los éxitos musicales de esta producción como el «Shape up» o «Dale forma», en la versión castellana que es la que pudieron ver ayer los espectadores. Todos los que no lograron sentarse en los escasos asientos habilitados siguieron el espectáculo a través de una gran pantalla instalada fuera del recinto.

Unas horas antes de la lectura del pregón, a las siete de la tarde, varios cientos de personas se congregaron en la plaza de la Catedral para contemplar la actuación de es Castellers de Mallorca, que montaron dos pilares de cuatro. Posteriormente, este grupo folklórico repetiría su actuación en el paseo de Vara de Rey, desafiando a la Ley de la Gravedad con sus tres pilares de seis (es decir, seis personas, una sobre otra) y sus cuatro pilares de seis.