Durante más de una hora, los niños corretearon de prueba en prueba. Foto: K.T.

Doña Filomena, Don Tiburcio, Doña Engracia, Doña Encarna y Doña Gertrudis aterrizaron ayer como por casualidad en el Parque de la Paz dando un enorme salto en el tiempo. Nada más y nada menos que de ochenta años.

Filomena y su séquito se encontraban en la Playa de Talamanca con sus largos trajes de baño tostándose al sol el 1 de agosto de 1920 y tras disfrutar de una gozosa siesta se encontraron encima de un escenario frente a «¡Ave María purísima!» unas estatuas desnudas y un montón de niños con nombres tan extraños como «Body» escritos en sus camisetas. Asustados y alucinados por el enorme cambio, estos cinco personajes de época pidieron «energía» a un público infantil muy entregado que se comprometió a darles mucha energía para devolverles a sus maravillosas vacaciones en Talamanca de 1920.

En cinco grupos diferentes la peluquera Doña Gregoria, el panadero Don Tiburcio, la modeladora Doña Encarna, la Tejedora Doña Engracia y la constructora Doña Gertrudis reclutaron a cinco equipos diferentes de niños y niñas que, además de darse un nombre e inventarse un himno, se pasearon por diferentes puntos diferentes distribuidos a lo largo de todo el parque para superar diferentes pruebas y conseguir la energía necesaria para devolver a estos personajes a su hábitat de principios de siglo. Entre las pruebas a superar estaba la del laberinto, en la que los pequeños tenían que pasar por una tela de araña elástica, la de la peluquería, en la que se engominaron y pintaron el pelo de colores, la de pastelería en la que modelaron sus caras con chocolate, la de albañilería y la de modelado de figuras con agua y harina.