R. BELTRÀN «Estos padres y madres saben lo que es sufrir por un hijo y pasarse noches sin dormir por no saber dónde está». Con estas palabras, el director de Proyecto Hombre en Balears, Tomeu Català, explicó cómo la nueva sede de la asociación en Eivissa había surgido «del trabajo de estas personas».

El responsable de este colectivo criticó con dureza la falta de compromiso tanto del Consell Insular d'Eivissa i Formentera, como de los Ayuntamientos y el Obispado. «Tan sólo pedimos que nos financien el 50 por ciento del presupuesto, porque sabemos que los particulares tenemos que dar el callo», comentó Català. El director general de la asociación se comprometió a ofrecer un seguimiento de la actividad del Proyecto, «siempre que las ayudas de las instituciones no se queden en palabras».

En esta línea, el nuevo local de Proyecto Hombre contará con el trabajo de dos psicólogas y terapeutas que se incorporarán a final de año. Tomeu Català afirmó que en 1999 doce pitiusos se inscribieron en el programa de Proyecto Hombre. No obstante, remarcó la importancia de esta nueva sede «porque la reinserción ha de hacerse allí donde la persona tiene que vivir». Además, comentó que le gustaría poder desarrollar el Proyecto Hombre en la prisión de Eivissa, y destacó que Proyecto Hombre en Balears, que lleva funcionando desde hace trece años, «siempre ha estado abierto a los jóvenes pitiusos».