La aplicación de restricciones sobre la construcción en zonas urbanizables provoca protestas empresariales.

La Asociación de Construcción y los industriales vinculadas a este sector mostraron ayer su rechazo a las normas cautelares que hoy aprobará el Consell Insular. Los empresarios se mostraron indignados por los efectos que tendrá la norma y en este sentido, vaticinaron que la moratoria paralizará en un 80 por ciento la actividad actual de este sector. Los representantes empresariales advirtieron que la aplicación de la moratoria tendrá consecuencias «gravísimas» para el desarrollo económico de las Pitiüses ya que supondrá «la pérdida de numerosos puestos de trabajo, despidos en el sector y un daño irreversible a la segunda industria de las islas», tal y como explicó el presidente de los constructores de las Pitiüses, Pablo Arriba.

Arriba destacó que la norma se ha elaborado «con mucha precipitación» y criticó al Pacte por lo que considera un «ocultismo sospechoso» porque, según explicó, «se nos prometió que se consensuarían las decisiones sobre urbanismo». Representantes del sector tienen previsto acudir al pleno para expresar su descontento ante la aprobación de estas medidas cautelares. Por su parte, el representante de la Cámara de Comercio , Joan Tur, advirtió que la norma provocará «cierres en las empresas porque no se podrán adaptar a la nueva situación». Tur pidió a los miembros del equipo de gobierno que «reflexionen y tengan conciencia de lo que deberán asumir cuando se produzca una parada tan brusca de la actividad».

Al mismo tiempo, la CAEB se refirió a la situación de inseguridad jurídica y laboral que creará esta norma y aseguró que se estudiará su tramitación por cuanto el Consell se podría haber «extralimitado en sus competencias».