Josep Melià, abogado, político y escritor, falleció ayer en Alcúdia
tras una larga enfermedad. Precursor del proyecto autonómico en las
Islas, su brillante trayectoria intelectual y profesional ha dejado
una huella imborrable.
Melià fue elegido procurador a Cortes por el tercio familiar en
representación de Balears en 1974. Se integró en el Grupo
Parlamentario Independiente y promovió la gratuidad de la
normalización de los nombres propios catalanes y la concesión de un
senador a las circunscripciones de Menorca y Eivissa. En 1976, fue
miembro fundador del Partit Nacionalista de Mallorca y, en 1977,
encabezó la candidatura al Congreso de la Unión Autonomista en las
elecciones generales, pero no obtuvo escaño. Se incorporó a la
Unión de Centro Democrático (UCD) y se integró en el equipo de
Adolfo Suárez. En los años 1979-80 fue director general de
Relaciones Informativas y secretario de Estado para la Información
y en los dos años siguientes ocupó el cargo de gobernador general
de Cataluña. Cuando se produjo la crisis de UCD se incorporó al
Centro Democrático y Social, partido por el que se presentó a las
elecciones generales de 1982, pero en las que no resultó elegido.
En 1990, fue expulsado del CDS e impulsó el grupo político
Centristes de Balears que con la Unió Balear constituyó
Convergència Balear en 1991.
Josep Melià fue un hombre cuyo pensamiento político y opiniones
animaban a la reflexión. En entrevistas recientes, Josep Melià,
nacionalista convencido e introductor de la idea autonomista en
Mallorca, se refirió a la sociedad mallorquina actual, que calificó
de «desnaturalizada», por las dos invasiones sufridas. «Primero la
de los forasteros y después la de los alemanes. Me preocupa mucho
esta pérdida de identidad. Ha venido demasiada gente que no quiere
saber nada de nuestra manera de ser, que se desentienden de
nuestras señas de identidad y de nuestra cultura. Eso es muy
peligroso y te hace ser pesimista de cara al futuro, sobre todo
porque no veo cambios significativos en este aspecto. Ante un
problema como éste, que compromete nuestro futuro como pueblo,
debemos mirar la realidad catalana, donde la capacidad de
integración de los que llegan de fuera es más decidida y produce
muchos más resultados. Pienso que necesitamos mirar más hacia
Cataluña y entender su actitud, aunque nuestro objetivo esencial es
avanzar mucho más hacia la idea de mallorquinidad y de defender
nuestras raíces ante la invasión que padecemos». A Josep Melià no
le dolieron prendas en su reflexión sobre el continuo flujo de
teutones a la Isla al decir: «Me repugna que colonicen
Mallorca».
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