Durante los próximos siete días vivirán en el interior del Bosque Encantado. Ayer confeccionaron unos amuletos capaces de «aumentar sus poderes» y a lo largo del día procuraron ayudar al «duende bueno» que se les apareció de madrugada.

Este es el original e imaginativo programa que han diseñado los seis monitores responsables de los campamentos de Cala Jondal. La iniciativa, financiada por el Govern, el Consell Insular de las Pitiüses y el de Menorca, dentro de las propuestas para este 'Estiu 2000', se prolongará durante los meses de julio y agosto y está previsto que pasen por las instalaciones unos 300 niños distribuidos en diferentes turnos en función de su edad, que oscila desde los ocho a los 16 años. Ahora le ha tocado el turno a los más pequeños, que, repartidos en tres conjuntos, disfrutan de las playas y aprenden un comportamiento «responsable», según apunta la directora de la experiencia, Oliva Sanz. Junto a ella, el resto de los tutores se esmeran por que el objetivo esencial, «la diversión», sirva como pretexto para aprender valores de convivencia y civismo con actividades tan simples como «el hecho de que se acostumbren a lavarse los dientes o a mantener ordenada su tienda», señalaba Sanz. A esto se suman además excursiones a la playa, juegos de campaña o talleres de plástica.

En principio los escolares proceden de las cuatro islas, aunque en la presente ocasión sólo han coincidido con los ibicencos dos de Mallorca. La mayoría de los inscritos ha participado ya en alguna ocasión por lo que las normas se conocen a la perfección. «Esto nos facilita mucho el trabajo», afirma la coordinadora, que se muestra «encantada» con el desarrollo del campamento.