A partir del próximo lunes, día 10 de mayo, la Asociación de Ambulancias Illes Balears, concesionaria del servicio de transporte sanitario del Insalud balear, cumplirá estrictamente con el contrato, lo que en términos laborales se denomina «huelga de celo».

José María García Ruiz, presidente de esta asociación, expuso ayer en rueda de prensa que a partir de esa fecha ante la imposibilidad económica de mantener los servicios en Mallorca «cumpliremos sólo lo que dice el contrato (88 vehículos en lugar de los más de un centenar que se destinan dada la demanda)». Asimismo, la coordinación de los 18 vehículos de Soporte Vital Básico volverá a pasar al 061 después de que la empresa hubiera decidido, de forma unilateral, asumirlo «ante el descontrol de la central de coordinación del 061» y que «provocaba llegar con mucho retraso a los sitios».

En la práctica, esta decisión supondrá, en palabras del propio García Ruiz, que «habrá una parte de la demanda que estará bien atendida a través de los 88 vehículos concertados», pero, en cambio, «habrá otros que no podrán ir en estas ambulancias», por lo que se quedarán sin servicio. El presidente de Ambulancias Illes Balears no concretó quiénes serían los afectados y dejó claro que será el Insalud el que tendrá qué decidir qué servicios se hacen y cuáles se dejan de hacer con los recursos estrictos que contrató. José María García Ruiz insistió ayer en que los vehículos ambulancia contratados por el Insalud de Balears son «insuficientes» para el traslado de los enfermos. Hasta la fecha «por el bien de los enfermos hemos ofrecido al Insalud toda nuestra organización: más de 400 profesionales, 180 ambulancias, 3 aviones, 2 helicópteros pero ni hemos sido correspondidos ni agradecidos por el Insalud».