Los padres de los 18 niños que no han sido escolarizados en el
centro de Puig d'en Valls por falta de plazas salieron de la
reunión que mantuvieron ayer con el delegado de Educació en
Eivissa, Antoni Marí, con una buena noticia. Se abre el diálogo.
Tras dos horas de conversaciones «hay un compromiso de seguir
adelante con las negociaciones», señalaron los afectados. Esta
promesa se materializará en una próxima reunión con el delegado
para buscar una solución, en la que también estará presente el
director del centro escolar. Los profesores expusieron a Marí sus
protestas por «la reducción de plazas con respecto al año pasado» y
las injusticias que han detectado «en cuanto a la baremación de
cada niño para acceder al centro». En esta última ocasión, sin
embargo, se sintieron escuchados. Hasta ahora los padres habían
criticado la postura «cerrada» con la que abordó el tema el
delegado de Educació, sin embargo tras este encuentro «parece que
puede haber una salida», apuntaron.
Marí aseguró a los padres que el motivo por el que no les
recibió personalmente hace unos días se debió a que la cita
coincidió con una protesta del personal interino, lo que le obligó
a remitirles a un inspector de Educació. Los padres se mostraron
agradecidos por su disculpa y por este cambio de actitud, «un
primer paso que resultará mucho más constructivo», destacaron. Los
padres reconocen que la solución al problema requerirá «un
esfuerzo», pero creen que hay varias propuestas de reordenación
viables.
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