El programa de exclusión social que lleva adelante la Concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Eivissa se ha quedado sin educadores de calle. Los trabajadores, contratados por un acuerdo establecido del Inem, dejarán de realizar sus funciones a partir del mes de marzo. El concejal de Bienestar Social de Eivissa, Santiago Pizarro, explicó ayer que «no se puede contratar a una persona hasta diciembre y no saber si el año que viene se puede continuar con el programa». En este sentido, explicó que «son programas que se llevan a cabo porque se cuenta con personal de fuera de la casa y ahora no se sabe si se puede continuar».

Las condiciones actuales del convenio con el Inem no permiten una prórroga del contrato. «No se puede prorrogar el contrato y tampoco se puede hacer uno nuevo, a dedo, sino que hay que hacer un concurso público», precisó Pizarro. Ante esta situación, el Ayuntamiento ha puesto en marcha un bolsín de educadores.

El concejal señaló que la intención «es no abandonarlo, pero antes de que acabe marzo se tiene que ver la solución que se le da». Con la marcha del educador de calle, el programa de exclusión social se mantendrá sólo con un asistente social de la calle Castilla. El concejal aludió a los problemas burocráticos a los que se enfrentan: «Lo que no se puede hacer es cometer una ilegalidad por llevar adelante el programa».