El presidente de la Federación hotelera de Eivissa y Formentera, Gonzalo Miragall, restó ayer credibilidad a las primeras cifras que han aparecido haciendo previsiones sobre la próxima temporada turística, según las cuales el mercado británico podría crecer en Eivissa este año un 14 por ciento y el alemán hasta un 4 por ciento. Miragall explica que es demasiado pronto para hacer este tipo de pronósticos y más aún si se tiene en cuenta lo «alegres» que resultan.

Según el presidente de los hoteleros, de momento lo único que se puede esperar es que la temporada sea «parecida a la del año pasado o, incluso, que esté un poco por debajo». Miragall señala que no sería de extrañar que se redujera el «exceso de visitantes» que el año pasado recibieron las Pitiüses debido a factores circunstanciales como, por ejemplo, la crisis que atravesaron destinos turísticos como Turquía, que en estos momentos se está recuperando. «El año pasado la situación por la que atravesaba la competencia nos benefició», reconoce el portavoz de los hoteleros.

Otro factor que hace pensar a Miragall que hay que ser prudente es el de las cifras que se han registrado durante el pasado invierno. Aunque en el caso de Eivissa el descenso es poco significativo porque el turismo de baja temporada no alcanza cifras importantes, Mallorca, las islas Canarias, el Caribe o Méjico han perdido visitantes a lo largo de los últimos meses, algo que el presidente de los hoteleros considera significativo.

En opinión del presidente de los hoteleros pitiusos las previsiones que avanzaron la semana pasada los directores de las oficinas españolas de turismo en el extranjero tienen que ser recibidas en su «justo valor», teniendo en cuenta que pueden ser poco rigurosas. Miragall cree que a partir de la feria turística de Berlín es cuando las cosas empiezan a estar más claras y, de momento, sólo apunta «que se está vendiendo a un ritmo normal».