El recinto que acoge habitualmente la feria artesanal de la Mola está sufriendo una gran transformación física de cara a la próxima temporada turística con unas obras de reforma que costarán alrededor de 6 millones de pesetas. Los trabajos, financiados a través de la colaboración económica de las instituciones insulares, incluyen el desbroce de la maleza y el aplanamiento de la zona que rodea la casa donde vivió el conocido ceramista Gabrielet. La obras de reforma prevén, además, la canalización del agua de lluvia hasta una cisterna próxima a los terrenos del mercado puesto que, actualmente, la pendiente del solar provoca la acumulación de agua en el espacio donde se habilita el mercadillo.

Otra de las mejoras previstas en este mercado artesanal, que se celebra desde hace varias décadas, es la habilitación de nuevos sistemas de seguridad y de prevención de incendios así como la realización de una de las principales reivindicaciones de los vendedores: la mejora del suelo. El proyecto que está en marcha contempla poner cemento tintado en todo el recinto de venta puesto que la tierra existente en la zona y la gran cantidad de polvo provocan molestias no sólo a los visitantes sino también a los propios vendedores.

En alguna ocasión los propietarios del recinto cubrieron el suelo con camiones de gravilla fina pero la gran cantidad de turistas que visitan el mercado demostró que la solución no era eficaz.