La consellera de Medi Ambient del Govern de les Illes, Margalida
Rosselló, manifestó ayer que su departamento ha acometido una serie
de actuaciones de emergencia para mejorar y ampliar, en algunos
casos, las instalaciones depuradoras con el fin de prepararlas para
afrontar el próximo verano, «ya que todas estas acciones son
necesarias a consecuencia de la problemática del crecimiento
urbanístico y turístico, que precisa un incremento del suministro
de agua».
Las depuradoras de Eivissa que serán objeto de estas acciones
son las siguientes: Santa Eulària, Eivissa, Sant Antoni y Cala Sant
Vicent. Todas ellas sufren excesos de caudal o deterioro de sus
equipos.
Rosselló cifró el coste aproximado de estas actuaciones en 350
millones de pesetas y añadió que es «imprescindible» detener este
incremento «desmesurado» porque ecológicamente es
«insostenible».
En opinión de la consellera de Medi Ambient, se precisa arbitrar
medidas globales a corto y medio plazo, en las que intervengan
todas las instituciones (Govern, Consell y ayuntamientos), que
contemplen la sobredimensión de las depuradoras en los meses de
verano. Asimismo, planteó la necesidad de un debate social sobre
las carencias del saneamiento de aguas.
Como medida preliminar, Rosselló propone la revisión del canon
de saneamiento de aguas, que calificó de «insuficiente, regresivo e
injusto» y abogó por limitar el crecimiento urbanístico y turístico
e incidir en el ahorro de agua. Para la consellera, «hay que
reformar el canon para que se ajuste a los costes reales» del
proceso de depuración, pero también apuesta por incrementar los
tipos de depuración terciaria y que parte de la ecotasa pueda
utilizarse como fuente de financiación para afrontar el desfase
existente entre lo que se recauda a través del canon y el coste
medio del metro cúbico de agua depurada.
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