La última sesión del pleno de este siglo que se celebró en el Ayuntamiento de Sant Antoni

Los concejales del Pacte Progressista decidieron ayer abandonar el pleno de Sant Antoni al negarse el alcalde Antoni Marí Tur, del PP, a discutir doce de las trece mociones presentadas por el grupo de la oposición. La sesión de ayer acabó con una agria discusión entre el alcalde de Sant Antoni, Antoni Marí Tur, que se negó a discutir las mociones del Pacte porque consideraba que se debían de incluir como ruegos y, a su juicio, «eran cosas que no son mociones», y el portavoz del Pacte, Joan Marí Serra, que calificó como «una farsa» esta sesión. Finalmente, el Pacte decidió retirar las mociones.

A finales de octubre ocurrió una situación similar que se resolvió solicitando un informe a la conselleria d'Interior. Sin embargo, los resultados no convencieron a la oposición. «Creía que este asunto estaba superado», declaró ayer Marí Serra, portavoz del Pacte, quien defendió que «las mociones que han entrado en el pleno se tienen que tratar, digan lo que digan». A su juicio, el alcalde «se encuentra en una situación antidemocrática, no ha entendido lo que es un ayuntamiento en minoría y eso lo veo muy mal, porque cuestiones que son importantes para los ciudadanos de Sant Antoni no pueden ser tratadas si las presenta un determinado grupo político». Recordó que «el alcalde cuando estaba en mayoría no había tenido ninguna excusa para tratar las mociones que se presentaban».

Por su parte, el portavoz de Democràcia Pitiusa, Vicente Marí Prats, mostró su extrañeza por la decisión adoptada por el equipo de gobierno y propuso que se pida un informe al Ayuntamiento de Zaragoza, «que tiene el mismo caso que en Sant Antoni y se desenvuelve de una forma distinta».A su juicio, esta actuación «va en detrimento del buen gobierno de Sant Antoni, si se puede llamar buen gobierno».