Un espectáculo circense que incluía una peculiar presentadora-ventrílocua llamada «Canta-Contina», payasos e incluso un «zancudo» de protagonistas. Juegos, globos, marionetas, pompas gigantescas de jabón, confetis y risas como ingredientes de la función teatral que ayer en Santa Eulària interpretó el conjunto Xisclà y que logró reunir a cerca de un centenar de personas entre niños, mayores y turistas bajo la carpa municipal instalada con motivo de las fiestas de Navidad en pleno centro de la localidad. El escenario fue modificado en su distribución para dicha ocasión e incluso el bar se instaló fuera junto al mercadillo para dar mayor capacidad al recinto.

Se trataba del ensayo general de una representación, readaptada en sus detalles cada vez que sus intérpretes se suben al escenario (ninguna de las tres profesional de la animación pero entusiastas de los más pequeños y su felicidad) pero constante en su forma, que el próximo domingo llegará al paseo de Vara de Rey.

Una «obra improvisada», según definían sus componentes, con una duración aproximada de una hora -«variable en función del interés de los niños» matizaba una de sus creadoras- y que incluye una gigantesca e increíble sorpresa final que entusiasmó a muchos de los presentes e intimidó a los restantes.

«Zasca», «Globito» o «Zeppelin» fueron algunos de los personajes que desfilaron ante los chavales y que lograron que ellos también se convirtieran en parte del reparto ya que corrieron, saltaron y gritaron tanto como las propias actrices.

Esta ha sido la última de las actuaciones previstas para las mañanas infantiles de este municipio durante esta campaña, marcando un breve paréntesis hasta el próximo lunes tres de enero en que un concierto de música brasileña dará un marcado y sonoro contraste a las celebraciones.