Tras el fracaso del reflote del 'Isla de Tagomago', la situación ha
vuelto a empeorar a causa del viento, que ha inundado aun más el
barco. Aunque no está tan escorado como en los días críticos, el
ferry de la empresa Pitra deberá permanecer más tiempo del previsto
en la entrada del puerto alicantino de Denia, donde encalló el
pasado 12 de diciembre.
Este nuevo contratiempo va a demorar la apertura al tráfico
marítimo del puerto, un hecho que está provocando graves problemas
a los distribuidores de mercancías de la isla. Tanto Baleària como
Pitra han reducido de cuatro a dos los barcos que realizan el
servicio a causa del accidente. Esto supone que las empresas que
deben mandar contenedores a la península o recibirlos deben reducir
los envíos diarios, lo que provoca escasez de mercancías o, en el
mejor de los casos, mayor lentitud en su distribución.
Distribuidores consultados aseguran que este contratiempo no
sólo provoca molestias a este sector sino también a los clientes
que, en algunos casos, no han podido acceder a los productos que
necesitan, que permanecen en los muelles a la espera de poder ser
embarcados en los dos barcos que funcionan.
El puerto de mercancías de Gandía, a donde han tenido que ser
desviados los barcos tras el siniestro, se encuentra colapsado dada
la cantidad de mercancías que está recibiendo y enviando.
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