La lotería de Navidad no fue ayer el único sorteo que repartió dinero en las Pitiüses. Si con los niños de San Ildefonso no hubo demasiada suerte, al menos la ONCE dejó un buen pellizco en Sant Antoni: 50 millones de pesetas.
Jorge Raimundo Santiago Orellana fue quien vendió a sus vecinos los boletos afortunados, como explicó la directora de esta organización en las Pitiüses, Mari Carmen Soler. Jorge Raimundo estaba estos días haciendo una sustitución a un compañero, que pasa unos días de vacaciones. Habitualmente, se dedica a vender los cupones paseando por toda la localidad. Sin embargo, el pasado lunes estuvo en el kiosco de la ONCE situado en el Clot Marés. A primera hora, no se sabía si el premio se había repartido mucho.
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