David Marqués en un gesto cotidiano de su nueva rutina como director de cine.

La primera película íntegramente ibicenca comenzó ayer su rodaje con un peculiar escenario: la casa del director del proyecto. Este improvisado plató agrupará durante una semana al menos a las ochenta personas que colaboran en esta producción cuyo estreno está previsto para la primavera del año próximo.

Entre tanto, serán quince días de rodaje en diversos parajes de la isla que han contado con la ayuda de subvenciones públicas y privadas, elemento indispensable para lograr reunir los 48 millones de presupuesto original. Más de cuarenta empresas se han volcado en una original iniciativa encabezada por David Marqués y avalada por el éxito de premios y crítica de los anteriores cortos dirigidos por este joven de Sant Antoni.

Pero los augurios benévolos no quedan ahí: el propio argumento -una pareja, encarnada por Hector Montoliu y Nora Navas, que representan a través de sus personajes y en clave de comedia algunos de los conflictos generacionales que afectan a los jóvenes españoles- supone un aliciente suficiente para acudir al cine. Veinticuatro horas en la vida de dos personas comunes resumidas en fotogramas y un original guión que su creador se atreve a definir como «una historia que puede pasarle a cualquiera». Sin embargo, rasgos de originalidad en el tratamiento de las imágenes y las concepciones formales aportarán la nota informal y una personalidad característica, tal y como reconocía el ayudante de dirección, Rafa Cortés.