El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Eivissa y
concejal de Gobernación, Pedro Campillo, explicó a este periódico
que la institución está estudiando cómo conectar los sonómetros de
los bares y discotecas del municipio al ordenador de la Policía
Local, de tal manera que se pueda controlar desde las dependencias
de este cuerpo el ruido que provoca cada uno de los locales.
Campillo explicó que esta será una manera muy efectiva de
controlar los ruidos en el municipio, un tema que el equipo de
gobierno del Pacte Progressista considera prioritario.
Sin embargo, el funcionamiento de este sistema está condicionado
a la instalación de los sonómetros, los aparatos que miden el ruido
y que, según la ley, deberían estar instalados en todos los locales
que están autorizados para tener instalaciones musicales.
La realidad en Eivissa es muy distinta, puesto que hasta ahora
no se había velado por un estricto cumplimiento de dicha normativa.
«Vamos a exigir que se cumpla. De hecho, a todas las personas que
piden nuevas licencias para abrir bares se les está exigiendo entre
los requisitos la instalación del sonómetro. El problema está en
todos los bares que ya están abiertos y que no lo tienen instalado.
Vamos a dar un tiempo prudencial para que la gente lo vaya
colocando, pero es algo que está contemplado en la ley y hay que
hacerlo cumplir», explicó Campillo.
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