Ni sindicatos ni empresarios creen en estos momentos que la huelga
de autocares se pueda evitar ya que ambas partes presentaron en la
maratoniana reunión de ayer sus últimas ofertas y éstas no fueron
aceptadas.
El trámite del TAMIB se dió ayer por concluido y mientras los
sindicatos dicen que son los empresarios los que deben ahora dar el
primer paso y aceptar sus razonables propuestas los empresarios,
por el contrario afirman que deben ser los sindicatos. Así, a una
semana de que dé comienzo la huelga el origen de una nueva reunión
sólo podría venir de la iniciativa de la Administración. Justamente
los sindicatos denunciaron la «irresponsabilidad» del Govern que
«ha criticado la huelga pero ni se ha preocupado de la negociación
ni ha intervenido», indicaba ayer Fernando Galán, secretario de
acción sindical de CC OO.
El presidente de la agrupación empresarial del transporte
discrecional, José María Blay, dirigió muy duras críticas a los
sindicatos a los que acusó de tener planeada desde un principio la
huelga y de querer secuestrar a más de 200.000 clientes. Blay dijo
que la petición sindical de incremento salarial es de un 15%, «una
locura y una barbaridad», advirtiendo que «querían huelga, quieren
huelga y habrá huelga».
La patronal además de pedir servicios mínimos y protección
policial anunció que pedirá daños y perjuicios en los tribunales
«por que entendemos que los sindicatos puedan hacer daño a las
empresas pero no que se secuestren a miles de clientes».
El líder empresarial también dirigió duras críticas al TAMIB:
«Esto no es una mediación. No han hecho ni una propuesta».
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