La construcción de un emisario para verter agua de la depuradora de
Sant Jordi en la playa de es Codolar está actualmente paralizada, a
la espera de que el Consejo de Administración del Institut Balear
de Sanejament (Ibasan) decida si es viable llevar adelante este
proyecto.
El gerente del Ibasan, Gabriel De Juan, explicó ayer que los
condicionantes que ha impuesto Parques Nacionales para autorizar
esta obra «son muy fuertes». «Económicamente es muy duro y las
condiciones técnicas son también muy restrictivas, por lo que, de
momento, se ha parado el proyecto para hacer un estudio a fondo»,
señaló De Juan.
Entre las exigencias que el Ministerio de Medio Ambiente ha
presentado para que se pueda hacer esta polémica obra, está la
obligación de realizar un control exhaustivo en la zona afectada,
con el fin de garantizar que los vertidos no afectan a la Reserva
Natural de ses Salines. Además, el Gobierno exige un estudio más en
profundidad de las corrientes marinas y del posible impacto de las
tuberías.
Ante estas condiciones, el Govern balear deberá estudiar «si
económicamente esto es viable o no», remarcó el gerente del
Ibasan.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.