Eivissa y Formentera cuentan con 30 especies de aves que, por su
importancia ornitológica, necesitan medidas especiales de
conservación. Estas especies están presentes en las ocho Areas de
Importancia para las Aves de las Pitiüses y se enfrentan a serias
amenazas, de entre las que cabe destacar el turismo, la caza
furtiva, el desarrollo urbanístico, la pesca o las consecuencias de
la introducción de especies no autóctonas en algunos islotes.
Es Vedrà y es Vedranell son una de las pocas áreas protegidas al
cien por cien como Zona de Especial Interés para las Aves (Zepa).
En estos islotes, con 150 especies distintas de flora, habita la
pardela mediterránea, el cormorán moñudo, la gaviota patiamarilla,
el halcón de eleonora y el halcón peregrino. Antiguamente el águila
pescadora criada en es Vedrà. Las consecuencias de la introducción
de cabras y de conejos afectan a la escasa vegetación. La presencia
de ratas y la caza furtiva son otras amenazas.
Conillera, ses Bledes y s´Espartar forman la otra única área con
cien por cien de protección de las Pitiüses. La pardela cenicienta,
el virot, el paiño europeo y la gaviota de audoin son las especies
de más importancia ornitológica. La caza en Espartar y las
excursiones de turistas a sa Conillera son los principales
problemas.
Ses Salines y es Freus sólo están protegidas al 63 por ciento,
aunque acumulan el mayor número de especies que demandan
protección.
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