La Junta de Arbitraje de Consumo es el «defensor del cliente» en
Balears. Su misión es decidir de una forma rápida y ágil en las
disputas que surgen entre cliente y vendedor sin tener que recurrir
a la justicia ordinaria. Para acudir a ella es imprescindible, sin
embargo, que el establecimiento esté adherido a este organismo de
mediación.
Por el momento, en las Pitiüses sólo 19 empresas han optado por
adherirse a este servicio, que tiene un mayor arraigo en otras
localidades. Pese a todo, el año pasado la Junta recibió siete
solicitudes de mediación desde Eivissa, cuatro de ellas
relacionadas con problemas con las lavanderías. A parte de las 19
compañías pitiusas que forman parte de esta institución, hay que
señalar que las grandes compañías nacionales (como Airtel,
Telefónica o Correos) también están inscritas.
De las siete reclamaciones del año pasado, la Junta ya ha
emitido dos laudos: en el primero se trató de una reclamación
presentada por un pasajero de una línea marítima que se quedó en
tierra debido a la huelga de la compañía. Esta persona consideraba
que el paro no fue anunciado debidamente y reclamaba a la empresa
75.000 pesetas. Finalmente, la indemnización que cobró fue de
26.000 pesetas.
La otra intervención de mediación de este año que ya tiene
«sentencia» de la Junta se debió a una negligencia de una
lavandería. Una señora llevó un vestido a la tintorería; esperaba
que le devolvieran el traje limpio, pero se encontró con sólo con
unos cachos de tela. Los «jueces» de la mediación de arbitraje
consideraron que los desperfectos eran subsanables, así que la
indemnización se quedó en el coste de la reparación.
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