Esta iniciativa busca abordar de forma efectiva las preocupaciones ambientales y de salud pública relacionadas con la central térmica de Es Marí, que estuvo operativa hasta el 2023 con una turbina de 1966 y que utiliza gasóleo como combustible.
La central ha sido objeto de debate en varias ocasiones, debido a las molestias que genera en los vecinos de la zona, incluyendo la emisión de partículas contaminantes, ruidos y vibraciones. Estos problemas han tenido un impacto significativo en la calidad de vida de los residentes durante casi tres décadas.
Con la recién entrada en funcionamiento de dos nuevos enlaces submarinos entre Ibiza y Formentera, se ha garantizado un suministro eléctrico óptimo durante todo el año, lo que reduce la necesidad de operar la central térmica. Este avance es un paso importante hacia la transición energética y la disminución de las emisiones de CO₂ en la isla. Sin embargo, la turbina todavía sigue encendiéndose como medida de mantenimiento varias veces durante el año.
La propuesta presentada por Verónica Castelló, consellera de Medio Ambiente, incluye tres puntos fundamentales:
1. Instar a la Consejería de Empresa, Empleo y Energía ya la Dirección General de Energía y Cambio Climático del Gobierno de las Illes Balears a definir un calendario específico para la descarbonización y el desarrollo de una propuesta para sustituir la central térmica de Es Ca Marí por una alternativa más eficiente y menos contaminante.
2. Solicitar el paro y cierre de la turbina de la central térmica, que actualmente sigue operando como medida de prevención, y que genera molestias en los vecinos.
3. Instar al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico ya GESA-ENDESA (ENEL) a iniciar los trámites necesarios para el desmantelamiento de la central.
Esta propuesta se alinea con la Ley 10/2019 de cambio climático y transición energética, que busca la descarbonización de las centrales eléctricas en Baleares. La central de Ibiza ya ha realizado la transición a combustibles menos contaminantes y Formentera está decidida a seguir este ejemplo.
El Consell de Formentera espera que esta propuesta sea aprobada en el pleno, lo que marcará un hito en el compromiso de la isla con un futuro más sostenible y saludable para todos sus habitantes.
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