El portavoz del Govern, Antoni Costa, en la rueda de prensa posterior al Consell de Govern. | Europa Press
Desde un punto de vista estrictamente político, cuesta encontrar algo positivo para el PP formenterés en el acuerdo alcanzado con GxF y el PSOE con el objetivo de sacar a Llorenç Córdoba de la presidencia del Consell Insular. La crisis institucional abierta por Córdoba a finales de noviembre de 2023 y la actuación de la cúpula de la formación en la isla han tenido un coste para los populares de Formentera que, a priori, no parece que vaya a ser fácil de superar.
Con la moción de censura ya registrada ante el Consell y la fecha del 27 de diciembre marcada en el calendario como el último día de Córdoba al frente de la institución, en el PP se muestran «contentos» porque, «al final», GxF y Sa Unió han aceptado negociar con ellos y no solo con Compromís como sucedió meses atrás. Los entrecomillados corresponden a las declaraciones de Verónica Castelló, del PP y de Sa Unió, a Periódico de Ibiza y Formentera este viernes.
Sin embargo, la letra pequeña de este acuerdo, junto con la crisis, ha sido demoledora para la formación. Por un lado, el PP ha prescindido de José Alcaraz, tal y como le han impuesto las dos formaciones de izquierdas, para poder sentarse, dicen, a negociar un acuerdo con el que Sa Unió logrará gobernar, al menos de momento, en minoría. Pero GxF y el PSOE han ido más allá y, por otro lado, han impuesto, incluso, al candidato. Y es que la izquierda ya dijo tiempo atrás que no votaría de ninguna manera a un representante del PP para este cargo. Así que será Óscar Portas, de Compromís, el que se convierta en presidente insular, a pesar de formar parte del partido minoritario de Sa Unió y de ocupar el sexto puesto de la candidatura de la coalición en las elecciones de mayo de 2023.
La número dos de esa misma candidatura es Castelló, que ahora volverá a ser consellera y vicepresidenta pero que ha tenido que aceptar que no será ella quien presida la institución a pesar de que la asamblea de la coalición así lo decidió el martes pasado, según ha explicado. GxF y el PSOE rechazaron la propuesta y el PP formenterés volvió a aceptar una nueva imposición de la oposición para poder sacar a Córdoba de la presidencia. O para poder volver a gobernar. «Ahora podremos hacer un punto y aparte en esta legislatura», ha asegurado sin embargo Castelló, «y plantear un nuevo equipo de gobierno para los próximos dos años y medio poder continuar trabajando como empezamos en junio de 2023 e hicimos durante un año con Llorenç Córdoba».
Castelló ha calificado de «muy positivo» el acuerdo, aunque ha puntualizado que Sa Unió puso su nombre sobre la mesa como candidata porque, al tratarse de la número dos de la lista, hubiera sido «lo lógico». «La oposición ya dijo meses atrás que el PP era una línea roja», ha añadido, «y esto ha quedado patente en el acuerdo. Pero el candidato no será un impedimento porque nosotros nunca hemos estado con un juego de sillas como se ha dado a entender. Aquí no había una lucha de poder y eso queda demostrado con la dimisión de José Alcaraz que dijo que, si él era un problema, se apartaría y así lo ha hecho».
A todo esto debe sumarse que la crisis en sí dejó al PP como partido descabezado, tras la decisión de Alcaraz de dimitir en junio como presidente de la formación en la isla. Y es que Alcaraz no se ha sentido en ningún momento apoyado por el PP balear en esta crisis. Con sus gestos en público, Marga Prohens ha amparado a Llorenç Córdoba a lo largo de este último año, cosa que no ha sucedido con Alcaraz. Consciente de esa falta de apoyo, el entonces conseller decidió abandonar la dirección de la formación y sus compañeros de Baleares no reaccionaron hasta octubre, cuando nombraron a Francisco Ferrer presidente de una gestora que deberá dirigir la formación hasta un próximo congreso.
Así las cosas, la moción contra Llorenç Córdoba se registró en la noche del jueves telemáticamente y firmada por Sa Unió, GxF y el PSOE ante el Consell. Portas será muy probablemente el nuevo presidente insular y trabajará con un equipo formado inicialmente por cuatro consellers del PP y tres de Compromís. Falta por ver quién entrará en sustitución de Alcaraz. En principio y si todo va según lo previsto, este puesto lo ocupará Belén Palerm, del PP, aunque aún no está confirmado, según ha explicado Verónica Castelló. El Consell de Formentera entrará así en una nueva etapa cuya estabilidad, a pesar de la «generosidad» de la oposición, no está del todo clara pues resulta difícil esperar que GxF y el PSOE vayan a apoyar hasta 2027 a su principal adversario de cara a las urnas.
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A ver cuánto nos cuesta tener a Córdoba al lado del PP en el Parlameng