Llorenç Córdoba, este viernes, atendiendo a los medios. | Vanessa Hernández

La brecha que separa al presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, y el resto de representantes políticos de la institución cada día se abre más. En este sentido, Córdoba fracasó en su último intento de devolver la gobernabilidad al Consell con una propuesta que, según el presidente, intentaba facilitar una salida de esta crisis institucional. Indicó que, durante la Junta de Portavoces extraordinaria solicitada por los socialistas, propuso a todas las formaciones crear una Junta de Gobierno compuesta por todos los grupos políticos representados en Pleno. «He planteado que un miembro de cada partido forme parte de este organismo y lo haga, por supuesto, con dedicación exclusiva y una retribución», destacó Llorenç Córdoba tras la finalización de esta Junta de Portavoces urgente. En esta línea, subrayó que la finalidad de esta propuesta es «lograr que el Consell siga siendo gobernable porque, según el presidente de la administración insular, esta gobernabilidad ya no es una prioridad política, sino institucional.

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Modificar el reglamento

«Es imposible ser más transparente y plural después de formular esta medida», apuntó. No obstante, según explicó, a ninguno de los grupos políticos con representación en el Consell «les gustó la idea». «Mi intención con esta propuesta era intentar no cambiar la normativa, añadiendo una nueva disposición adicional, para que la institución pudiese funcionar sin tener que depender de Palma», destacó Llorenç. Cabe recordar que, tras la dimisión de los siete consellers de Sa Unió y la disolución de la Junta de Gobierno, el secretario del Consell de Formentera, Ángel Custodio Navarro, afirmó que sólo contemplaba una salida: modificar el Reglamento Orgánico y dictar una regla provisional que permita a la institución funcionar sin este órgano, como si se tratara de un Ayuntamiento o una Diputación. «Yo en su momento les pedí a los consellers de Sa Unió que pertenecían a la Junta de Gobierno que aguantaran un poco hasta que se pudiera solucionar esta crisis. Al ver que ha sido imposible he contado con todos los grupos políticos», explicó, haciendo hincapié en que era una medida «temporal» hasta dar con la solución política definitiva. «He hecho esta oferta nada partidista, pero no ha sido bien recibida. Hace falta que los políticos de la isla cumplan con su responsabilidad política para recuperar la gobernalibidad del Consell de Formentera», afirmó, mientras destacaba que «entre todas las formaciones pueden hacer gobernable la isla». En esta línea, agregó que la dimisión de los siete consellers ha sido un «suicidio» que buscaba presionar al presidente Córdoba para que dimitiera, pero, según adelantó, no «pienso dimitir a no ser que yo sea el problema y mi renuncia la solución a esta crisis».

Al respecto, subrayó que una de las soluciones más rápidas que Córdoba contempla es que el exconseller de Promoción Económica y Administración insular de Formentera, José Manuel Alcaraz, quien dimitió como presidente del PP de Formentera, entregue su acta. « Lleva meses reteniendo un acta sin responsabilidades en el Consell. Hay dos opciones cambiar el govern con nuevas elecciones o que esta persona entregue un acta para que corra la lista y pueda entrar otro cargo» apuntó e indicó que «cuando el problema de la crisis sea yo, y me expliquen las causas, me iré porque no quiero dar problemas».