Llorenç Córdoba, presidente del Consell de Formentera, pronunciando su discurso bajo la atenta mirada de los consellers de la oposición y Sa Unió. | Pep Toni Bartolomé

A diferencia de su discurso en el día de la Constitución, en el que cargó contra sus socios de gobierno, el presidente del Consell de Formentera obvió en el Dia de Balears la profunda crisis que está viviendo actualmente la institución a raíz de la destitución del vicepresidente y conseller de Promoción Económica, José Manuel Alcaraz. La tensión y el distanciamiento es máximo entre los consellers que conforman la coalición Sa Unió y el presidente Córdoba, quienes ni siquiera se saludaron dándose la mano al llegar al acto. Por contra, el presidente del Consell de Formentera sí que saludó con este gesto a los consellers de la oposición.

En su discurso, que siguieron con atención y respeto todos los consellers, Córdoba destacó la importancia del turismo para Formentera. «No tenemos que hacer demagogia con este tema. Formentera es una isla que vive del turismo y estamos muy orgullosos de ser un referente mundial en este sector, como también lo es el resto del territorio balear. No tenemos que fomentar el odio o la repulsa hacia un sector que nos ha hecho crecer como sociedad y que nos aporta riqueza en todos los sentidos». En este sentido, destacó la contratación de inspectores de turismo para luchar contra los alquileres ilegales. Precisamente, también hizo referencia a la problemática habitacional, apuntando que una de las «prioridades» es «garantizar» que Formentera pueda contar con los profesionales necesarios que ahora se ven obligados a irse por no encontrar dónde vivir. Para el presidente insular, la solución a la falta de vivienda «no puede pasar por construir más, sino por mejorar la situación actual» de la gente que vive en Formentera para tener unas «condiciones dignas», ha dicho.

El presidente del Consell de Formentera también hizo alusión al «drama migratorio» que padece la isla con la «llegada masiva de pateras, muchas de ellas con menores». Ante esta situación, Córdoba, que ha resaltado que los menores son «una parte muy importante» de cualquier sociedad y que deben estar «protegidos» y avanzó que se pondrá en marcha un centro para menores de 12 años en situación de desamparo.


La crisis

Los consellers de Sa Unió destacaron del discurso de Córdoba que había hecho alusión a las áreas y departamentos en los que se está trabajando y que son aquellos que llevan precisamente consellers de Sa Unió, como es el caso de movilidad o turismo, y obvió los que lleva él, que son los que están «parados», como adjudicación de los kioscos, que sigue sin resolverse, y la polémica sobre s'Estany des Peix. Sobre los kioscos, desde el Consell de Formentera recalcaron las últimas palabras de Córdoba en el pleno, quien dijo que en las próximas semanas estaría resuelto.

Óscar Portas, portavoz de Sa Unió, explicó que han «cortado toda relación con él. No estaremos más a su lado» e insisten en que la única salida para Córdoba «es que dimita», algo que, «por descontado», el presidente del Consell de Formentera no piensa hacer, según recalcó un portavoz de la máxima institución insular. «Le damos un tiempo para que asuma que está solo, para que intente ser consciente del daño que ha hecho y que está haciendo. No hay ningún alcalde en todo el país ni el mundo que gobierne sin un sólo apoyo», precisó Portas, quien no quiso aventurar plazos límite que le han dado a Córdoba. «Sa Unió consiguió mayoría absoluta en las últimas elecciones. Si quiere respetar la voluntad de los ciudadanos debe renunciar», apuntó Portas. Cuestionado sobre qué harán si Córdoba no dimite, Portas señaló que «irse se irá; si no dimite, lo echaremos».

En cuanto a la posible moción de censura y los contactos con GxF y PSOE, Portas destacó que tienen «buena voluntad. Les pido que se sienten a hablar con nosotros» y afirmó que son «personas responsables. Confío en la responsabilidad de todos los grupos políticos para llegar a un acuerdo». Sobre la dimisión en bloque de todos los consellers de Sa Unió en caso de que Córdoba no dimita y no prospere la moción de censura, Portas destacó que no está en ese escenario y que confían en la responsabilidad de la oposición. El portavoz de Sa Unió reiteró que «la gente decidió que Sa Unió ganara por mayoría absoluta y debe respetar la voluntad popular y, por ello, debe irse». En cuanto a plazos, afirmó que esta ingobernabilidad y tensión en la institución no puede alargarse mucho más, pues está la temporada a la vuelta de la esquina: «No quiero dar plazos, pero debe estar resuelto antes de la temporada seguro», concluyó.