Este jueves comienza la octava edición del Formentera Jazz Festival, una de las las citas musicales más esperadas y queridas de la isla. Serán cuatro días hasta el domingo en el que se podrá disfrutar de modo gratuito con jam sessions, masterclass, conexiones sonoras desde cuevas o playas y talleres para potenciar la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente en lo que los organizadores han bautizado como «el último paraíso del Mediterráneo». Y por supuesto con los conciertos de destacados músicos como Marco Mezquida, Thaïs Morell, Martín Burguez o Alexey León Reyes en la Plaça de Sant Francesc, el Blue Bar en la Platja des Migjorn o el Chezz Gerdi en Es Pujols. Max Moya es su fundador y su verdadero alma máter.
- Después de lo que venimos, ¿es la edición del Formentera Jazz que más ilusión le hace?
- Bueno la primera siempre es muy especial y no le voy a quitar mérito. Pero si que es cierto que esta, tras una pandemia tan fuerte como el coronavirus, será muy especial por esa sensación de volver a los aforos y a los horarios de siempre.
- ¿La sensación de que la cultura vuelve a latir?
- Por supuesto. Una sensación de alivio y de alegría. De volver a celebrar la vida como realmente se merece y de juntarnos con gente para disfrutar durante todo un fin de semana en un entorno privilegiado como el de la isla de Formentera.
- Afortunadamente, tras ocho años de festival, ya han conseguido consolidarlo y da la sensación de que ya no hay marcha atrás...
- Pienso que sí. Es algo de lo que estamos especialmente orgullosos y felices y si ha sido posible es gracias al apoyo que siempre hemos recibido desde las consellerías de Cultura y Turismo de Formentera. Está claro que siempre hay cosas que mejorar en temas, por ejemplo, de patrocinios pero afortunadamente ya lo hemos consolidado y siempre ha tenido una gran acogida. Es un festival muy querido por todo tipo de público y ojalá que esto pueda seguir durante muchos años más.
- ¿Estas iniciativas demuestran que se puede promocionar otra imagen de las Pitiusas?
- Al menos es algo que intentamos yendo de la mano con las consellerías de Cultura y Turismo. En este sentido creo que ha jugado un papel muy importante el espíritu del jazz, una música que desde su propia concepción siempre ha acogido otros estilos y que cuadra perfectamente con la filosofía de Formentera, una isla elegante y siempre receptiva a la llegada de todo tipo de culturas.
- Formentera Jazz Festival es gratuito. Un oasis en el desierto viendo todo lo que tenemos alrededor. ¿Siguen siendo unos románticos o unos locos?
- Pienso que un poco de todo (Risas). Es cierto que a nuestro alrededor hay otras alternativas pero nosotros no queremos cambiarlo porque forma parte de la propia esencia del festival. De nuestra propia filosofía porque desde siempre hemos defendido que esté abierto a todo tipo de público, desde el que viene con un yate al que acude con una mochila.
- El programa de este año vuelve a ser de gran nivel. Con el nombre que ha cogido el Formentera Jazz Festival, ¿tienen lista de espera?
- Casi casi y la verdad es que en ocasiones es un poco frustrante tener que dejar algunos fuera en cada edición. Es una pena pero los días son los que son y no podemos estirar más horas.
- Usted siempre dice que es un festival modesto ¿pero como se hace entonces para convencer a los músicos de que vengan con toda la oferta que hay actualmente?
- Es algo que se ha ido sembrando durante todos estos años. Aquí nos hemos forjado una imagen de festival serio, donde se respeta mucho a los artistas y que, además, aporta un valor añadido como es la propia isla de Formentera. Al final, aunque no podemos pagar mucho el poder quedarse cuatro días en la isla es un gran aliciente.
- El boca a boca como mejor embajador…
- En nuestro caso sin duda. Ten en cuenta que además en este festival les damos mucha libertad a los artistas para juntarse, improvisar y estar entre amigos. La Jam Session de clausura siempre es un gran aliciente para ellos.
- Viendo el éxito que tiene, ¿no se han planteado hacerlo más días?
- En alguna ocasión lo hemos pensado la verdad pero eso lo marcan las tablas de Excel (Risas). Es una cuestión de relación calidad, esfuerzos y presupuesto. De ver si merece la pena o ver si aquí serían rentables otros modelos que apuestan por alargar el festival en días sueltos durante dos meses.
- ¿No perdería un poco la magia del Formentera Jazz Festival?
- Tal vez sí porque al final son cuatro días muy intensos y nuestro público lo tiene muy asimilado. Es una experiencia divina y un subidón musical tremendo que se congrega en apenas unos días llenando de magia la isla. Y si eso lo cambias posiblemente el festival ya no sería el mismo.
- ¿Cuánta gente trabaja en la organización?
- Actualmente, el núcleo duro que está casi fijo, está compuesto por cinco personas, entre dirección, producción, redes sociales o relaciones públicas con los medios de comunicación. Después, cuando se va acercando el festival se suman más personas para temas relacionados con el diseño gráfico, la imagen, el vídeo… y por supuesto también el personal de las consellerías de Cultura y Turismo que siempre están para echar una mano.
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