Formentera guardará el próximo jueves un minuto de silencio por «la muerte del modelo tradicional de los kioscos de Formentera». El acto tendrá lugar, según una convocatoria que se ha ido viralizando a través de las redes sociales y que parte de la Asociación de Concesionarios de Playas, en la plaza de la Constitución de Sant Francesc, a las 18,15 horas. «En los últimos años, en Formentera, estamos viendo cómo el modelo turístico y empresarial está cambiando», reza el texto que acompaña a la convocatoria, «cada vez hay más fondos de inversiones o grupos empresariales que concentran, cada año, más empresas en menos manos». Esta concentración del empresariado de la isla en pocas manos provoca que «el modelo económico tradicional y familiar de la isla esté en peligro», continúa el escrito, que califica a su vez la licitación de las concesiones de playa resuelta ayer por el Consell insular, donde primaron las ofertas económicas por encima de los proyectos y de la tradicional forma de llevarlos, como «el último clavo del ataúd» de la gestión familiar de los chiringuitos de playa. «Siendo los kioscos un segmento estratégico del turismo de Formentera, se ha cambiado totalmente su identidad», recuerda el texto que acompaña a la convocatoria de un minuto de silencio. «Con esto la isla pierde parte de su diferenciación y su esencia», concluyen los concesionarios. Hay que recordar que esta concentración para dedicar un minuto de silencio a la muerte del modelo tradicional de los kioscos de Formentera surge a raíz de la decisión de la Mesa de Contratación de las concesiones de servicios de temporada en las playas de la pitiusa del sur de proponer la adjudicación de los distintos lotes que incluían un kiosco de playa a diferentes empresas que, hasta el momento, no habían operado en este sector en la isla, tras valorar los diferentes aspectos que componían cada una de las ofertas. Tras esta licitación, la gestión familiar que ha caracterizado a los chiringuitos de las playas de Formentera en las últimas décadas pasará a tener un carácter más puramente empresarial. El presidente de la Asociación de Concesionarios de Playa de Formentera, Bartolo Escandell, aseguró que ha sido un «shock» conocer el resultado del concurso. «De los concesionarios viejos, los de toda la vida, no quedamos ninguno», aseguró apesadumbrado, «nos han echado a todos. Vamos todos fuera», se lamentó. Y es que, en su caso, gestionaba uno de estos chiringuitos desde hace más de cuatro décadas. Escandell indicó que todavía no saben cuál va a ser el siguiente paso que van a dar. Y es que, con esta decisión del Consell Insular, estas empresas familiares que llevaban gestionando toda la vida estos chiringuitos van a tener que empezar de nuevo de cero. «Somos todos empresas familiares», recordó el presidente de los concesionarios de playas, «que llevamos desde el principio del turismo prácticamente gestionando estos negocios, y ahora va a cambiar todo a grandes empresas». Unas empresas con las que «no podemos competir» porque «son muy fuertes, tienen más dinero que nosotros, por lo que los pequeños nos vamos y los grandes entrarán». «Nosotros hemos hecho toda la promoción turística, hemos ayudado a que el turismo suba en la isla para que ahora llegue otro el que administre esto, y nosotros ahora a buscarnos un trabajo de camareros o de lo que sea», subrayó Escandell. De cualquier forma, aseguró que van a buscar cualquier resquicio para revertir esta decisión de la mesa de contratación.