La proliferación de anclajes ilegales en diversas zonas del Parc Natural en Formentera han obligado al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a instancias de la Demarcación de Costas de Balears, a tomar medidas urgentes para la retirada de estos artilugios, a través de una campaña que se inició a mediados del presente mes y que se extenderá hasta el día 30 de septiembre.

Las tareas las llevan a cabo la empresa Eivinatura en colaboración con el Centro de Buceo Vellmarí y tienen un coste global de 400.000 euros.

Según el representante de Eivinatura, el ingeniero agrónomo, Fabio Torres, «estamos extrayendo ‘muertos' que hemos retirado en es Caló de s'Oli, sa Torreta y s'Espalmador y que hemos ido acumulando en el dique exterior, junto al muelle de pescadores del puerto de la Savina».

«En una primera extracción hemos sacado 45 ‘muertos' a tierra, que ya se han llevado al vertedero y en total sumarían, con los que tenemos que remolcar, más de un centenar de estos anclajes ilegales de embarcaciones que van desde cubos rellenos de hormigón, restos de encimeras de cocinas o cadenas, entre otro tipo de objetos que se han hundido en el mar para el fondeo», apuntó Torres.

El especialista comentó, además, que el objetivo es retirarlos del área del Parc Natural, «ya que fondear ilegalmente no solo constituye una infracción grave, sino que conlleva un daño irreparable para la pradera de posidonia».

«Nos hemos encontrado en zonas muy bien preservadas con que este tipo de ‘muertos' y cadenas habían arrasado círculos de 80 metros cuadrados y la gente tiene que entender, por esto también nuestra labor es pedagógica, que estos perjuicios a la pradera de posidonia repercuten en todo el ecosistema, por lo que si este pierde calidad y en un momento dado muere y desaparece, las consecuencias serán graves, entre ellas la pérdida irreversible de la transparencia de esta aguas debido a la erosión y al material en suspensión», concluyó Torres.