«Si llegara ahora a Ibiza seguramente me iría en tan solo una semana»

Como buena muestra de ello es lo lapidario de su primera frase:«Si llegara ahora a Ibiza, me iría a la semana». Sobre ello, Herranz explica que «para los que conocimos Ibiza entonces significa una decadencia en lo que veníamos buscando, que era la armonía, la vida natural, toda la música pero artesanal,    todo lo que ahora no es. Con ese resumen ya te digo lo que pienso de esta Ibiza. ¿Y por qué me quedé entonces? Porque entonces sí me gustaba y me atraía».

A escasos metros del mar, en Platja d’en Bossa, donde reside, Herranz explica que precisamente una de las cosas que más le atrajo de la isla eran sus playas. Ahora, ya no siente ese encanto, «pero ya me da pereza irme», asegura. Los motivos de este desencanto son claros para él:«La evolución de la isla orientada hacia un monotema, que son las discotecas y la fiesta. La isla es mucho más rica, culturalmente de forma especiañ. Hay muchos artistas, hay muchas expresiones culturales, pero ese aspecto no se cuida. Aquí lo que prima es lo que da dinero. Y lo que da dinero ya sabemos lo que es».

Su libro es una aproximación al relato, al cual no está tan acostumbrado puesto que asegura sentirse «más cómodo» con la poesía. Sin embargo, este formato le permite expresar mejor su visión de la isla y su evolución a lo largo del tiempo. «A través de ciertos personajes que surgen de mi imaginación cuento historias, que a veces rozan el realismo mágico, sobre diferentes situaciones que me imagino de la isla».

Herranz realiza este domingo, tras la original presentación del libro el pasado octubre, una reunión con los lectores en Es Vermell Café para poder «compartir impresiones y recitar algunos de los poemas más vinculados con la isla de Ibiza». La cita es a las 12.30 horas.