Las donaciones han comenzado este lunes en el centro. | Irene Arango

En una de las aulas del colegio CEIP Sant Antoni los niños y niñas, de edades muy diferentes, clasifican y ordenan el material escolar que va a ser donado a las escuelas afectadas por las inundaciones del pasado 29 de octubre en l’Horta Sud de Valencia. De esta manera vuelcan los pequeños sus ganas de ayudar, a la vez que siguen desarrollando su aprendizaje en la escuela.

Los alumnos organizan, desde las 9.30 de la mañana el material donado en el punto habilitado en la propia escuela. La recogida comenzó este mismo lunes, y durará hasta el viernes cuando, finalmente, se envíe el material. La idea, explica una de las maestras encargadas, surgió de los propios niños y niñas, ante su preocupación por lo que están padeciendo en Valencia.

Marta Enric es la profesora de uno de los grupos, de tan solo 4 años de edad. Explica que todo empezó hace poco más de un mes, con el Huracán Milton que azotó la zona de Florida. Ante la preocupación que mostraban por este, se catalogaron como «científicos del tiempo», en los cuales habían de investigar como podían ayudar en caso de que sucediera un evento climático de tales características. Apenás un par de semanas después, había de suceder la DANA en Valencia.

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Por ello, los pequeños se volcaron en tratar de ayudar. Uno de los miembros de la Falla de Valencia en Sant Antoni, una asociación cultural valenciana que está organizando el envío de material a la zona desde el municipio, les explicó que lo más faltaba era material escolar. Por ello, se pusieron mano a la obra para colaborar.

Para Marta, además de la vertiente solidaria, también hay una parte pedagógica en la acción, ya que «ellos son los que clasifican y rotulan el material, potenciando la lectoescritura. Ellos serán los encargados de recibir el material», explica, sobre sus 22 alumnos.

Bastante más mayores, pero igual de implicados, son el otro grupo participante, los alumnos de sexto de primaria, de entre 10 y 11 años de edad. Su maestro es Luismi Bordon, quien comenta que, de manera simultánea al de los más pequeños, su grupo también tuvo la idea de colaborar y reforzar así un término que habían trabajando en el aula como es el de la empatía.