Foto de familia de todos los trabajadores y voluntarios que han hecho posible, un año más, que ‘Un mar de posibilidades’ sea una realidad. | Irene Arango

Un mar de posibilidades’ lleva ya 21 temporadas acercando al mar a aquellos que, por un motivo u otro, no pueden acceder a él. Ayer, en el Auditorio de Cas Serres, el fundador y actual director del programa, Pedro Cárceles, hizo balance de un año más ayudando, desde «ese pequeño espacio en Talamanca», tal y como él mismo dice. Al lugar acudieron varios representantes de las diferentes asociaciones que participan en el programa, además de representación política de las instituciones de la isla.

La celebración del cierre de la temporada comenzó con una foto de familia de todos los trabajadores y voluntarios que han hecho posible, un año más, que ‘Un mar de posibilidades’ sea una realidad. Tras ello, frente a todos los asistentes, Pedro Cárceles expuso la memoria de actividades del año. Durante dicha presentación, puso en valor a las diferentes entidades patrocinadores y organizadoras del programa que han permitido que este salga adelante pese a toda la problemática vivida con la pérdida de la concesión del Club Náutico de Ibiza.

Tras ello, Cárceles explicó a este medio, más allá de detalles técnicos, el resultado de la temporada y devenir del proyecto. «Hemos cerrado esta temporada con buen éxito, pero es necesario mejorar el espacio donde se desarrollan estas actividades y blindarlo para todas las personas que nos necesitan. Si no somos capaces en nuestra isla de blindar un pequeño espacio para nuestras personas, es que somos capaces de muy poco», valoró Cárceles.

Sobre la posibilidad de, después de 21 años afincados en Talamanca, desplazarse a otro lugar, el responsable del proyecto aseguró que «nos gustaría continuar donde estamos, pero creo que no vamos a tener otra opción. Sobre el posible lugar donde ubicar las instalaciones, comentó que institucionalmente hay predisposición en todos los municipios. Sin embargo, «la presión turística es tan grande que hace que no sea tan fácil conseguirlo. Pero hemos de entender que los ibicencos somos más importantes que aquellos que vienen de vacaciones», aseveró Cárceles.

En el evento también estuvo presente Rares, uno de los usuarios del programa desde el 2007. Debido a su enfermedad, él nunca se acercaba al mar antes de ingresar en ‘Un mar de posibilidades’: «Yo no iba nunca porque me daba miedo, tenía mucha sensibilidad en los pies y no quería ni tocar la arena. Poco a poco fui quitándome ese miedo. Pedro siempre estaba conmigo y me ayudaba. Me sentía seguro porque sabía que si pasaba algo, él iba a estar y me iba a ayudar».