El pintor Narcis Puget Viñas fue el artista que mejor plasmó la vida cotidiana, mientras que Mariano Tur de Montis destacó en retratos. | Irene Arango

El Baluard de Santa Llúcia fue el escenario este lunes de la presentación de los catálogos de las exposiciones ‘Narcís Puget Viñas, 150 anys i Mariano Tur de Montis, 120 anys’, dos de los mejores pintores ibicencos de la historia.

Una jornada que, además, despedía la exposición de ambos artistas que ha estado expuesta durante más de un mes y medio y que se enmarca en el 25º aniversario de la declaración de Ibiza como Patrimonio de la Humanidad.


Aniversario

La apertura del acto contó con una interpretación musical a cargo de los músicos Isabela y Joan, quienes recrearon piezas del siglo XV con guitarra y voz, además de una cantata de tres partes de Händel en español, que cautivaron a los asistentes.

En este sentido, Fanny Tur, directora del Archivo Histórico de Ibiza y Formentera, quiso destacar la importancia de ambas exposiciones, así como de los catálogos, que conmemoran los aniversarios de ambos pintores pitiusos. «Ambos son figuras que crecen con el tiempo y que, además, compartieron amistad con el pintor Sorolla, quien les animó a continuar pintando», señaló Tur, asegurando que «si Puget Viñas era el pintor por excelencia de lo cotidiano, Mariano lo era de los retratos».
Asimismo, quiso agradecer la cesión por parte de las colecciones privadas que almacenaban buena parte de las obras de ambos para que pudiesen disfrutarse durante un mes en este espacio cultural. «Varias piezas que estaban almacenadas en un garaje en Mallorca ahora pueden contemplarse en Ibiza de manera estable», apuntó.

Al acto también acudió el alcalde de Ibiza, Rafa Triguero, que aseguró que «este año es muy especial por conmemorar el 25 aniversario de la declaración de Ibiza como Patrimonio de la Humanidad» y que, eventos como este, «dan vida a la ciudad de Ibiza». Asimismo, el alcalde adelantó que a partir de este martes, el mismo espacio acogerá una nueva exposición dedicada a las ‘sargantanes’ para, de esta manera, «seguir poniendo en valor nuestra cultura y nuestro patrimonio».