Una ‘fonyada de raïm’ que recuerda a las costumbres de nuestros mayores. | Irene Arango

La plaza de la iglesia de Jesús fue ayer testigo de que todavía se conservan las tradiciones más antiguas. A las 18.30 horas comenzó la fonyada de raïm, una actividad que lleva más de una década celebrándose y donde los más pequeños fueron los protagonistas, ya que se encargaron de pisar las uvas. Laia y Lina son una des estas pequeñas que participaron en la jornada y no es la primera vez, pues desde que tienen memoria vienen a esta actividad.

«Esto empezó a ser una actividad para los mayores para recordar cómo se hacía antiguamente, pero actualmente vienen más los niños. Para ellos es un poco más un juego y ven que este zumo se convierte en vino», explicó Juanje Planells, miembro de la comisión de fiestas de Jesús.

El zumo se sacó ayer, pero ahora hay que esperar una semana para la primera fermentación, donde pasados estos siete días, es decir, este próximo viernes, se hará la tradicional trascolada del vino en el mismo lugar a partir de las 18.30 horas.

Y en la plaza no solo se ha hecho esta actividad, sino que desde sa Colla de l’Horta organizaron varios juegos tradicionales tanto para niños como mayores, así como puestos artesanales, una ballada popular y una cantanda. También hubo un puesto donde se podía pesar una sandía y adivinar cuántos kilogramos hacía.

«El objetivo de estas actividades es siempre difundir nuestra cultura, mirar que no se pierda y captar a los más jóvenes para que se unan a nosotros para seguir las tradiciones», aseveró Vicent Escandell, presidente de la colla.