Alrededor de un centenar de personas se reunió en el hotel Argos de Talamanca para cenar en buena compañía y celebrar por todo lo alto un emotivo reencuentro de exalumnos del IES Santa María de Ibiza que hace medio siglo (en 1974) acabaron los estudios de lo que antes era COU.
He leído con sumo interés el capítulo dedicado al Instituto Santa María en el libro Memòria escrita de Joan Marí Tur, en el que aparece la relación de los profesores que formaban el claustro y que dirigía D. Vicente Ferrer Guasch. Me llama la atención que resalte que el centro disponía de un buen presupuesto (hoy día solo hay quejas y más quejas sobre ello) y cómo disfrutó de libertad para llevar a cabo unas actividades que supusieron una revolución en el modelo educativo de aquella época. Cita algunas actividades y reformas; pero quiero escribir con sus palabras: entre todos creamos un buen clima de respeto y entusiasmo de profesores y alumnos … Las manos de artista que tenía Joanet encontraron su máxima expresión en las Olimpiadas de 1974. Fue un proyecto hecho realidad que nació de mi admiración por la cultura clásica y por la importancia que se debe otorgar al deporte en el currículum educativo… y música, mucha música… En la azotea del Instituto presidiendo todas las actividades, teníamos un enorme pebetero, que, alimentado con butano, nos lo regaló mi buen amigo Miguel Bonet, concesionario del gas…. Unos alumnos trasladaban el fuego olímpico desde Ses Fontanelles hasta la Catedral, donde se ofició solemne misa con música de Bach… La antorcha se prendió con unos ramos de olivo que yo había traído de los bosques míticos y sagrados de Olimpia en Grecia… cuatrocientos o quinientos alumnos bajaban, corriendo, las calles de Dalt Vila siguiendo una bandera olímpica y la antorcha… En el instituto… un alumno –el apreciado atleta José Rafael Riera Tur, el primer año- encendió la llama olímpica -¡Qué preciosa fotografía ilustra el capítulo!- … Unas alumnas con túnicas blancas y dirigidas por Julia Cano… La radio, Instituto al habla, Jaume Ripoll, Misericordia García, Concha García Campoy, Maribel Torres, … futuros periodistas. Botja deja claro que la enseñanza fue y es su verdadera vocación, así como ejemplos de su dilatado trabajo en diferentes instituciones culturales y políticas, y sus aficiones. También el polifacético profesor nos da una amplia lista de alumnos con sus actuales dedicaciones; alumnos que califica de silenciosos y atentos en clases de entre treinta y cuarenta.
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